domingo, 22 de febrero de 2015

Guerras de Paz

Entre el humo de la habitación se dibuja una sonrisa, está vez no está mal hecha, no es culpa del miedo, es real, una sonrisa que los cigarrillos no tapan. Estoy cansado de la guerra, del corazón y la cabeza, de la sociedad contra las personas del poder y el querer, estoy cansado de quejarme y de decir que el mundo es una mierda.
Quiero guerras de paz, quiero ver fuego entre la tranquilidad de nuestro campo de batalla particular, romper las leyes del mundo con cada palabra dicha en voz baja entre la calma que nos da la oscuridad, quiero poesía dicha con los dedos, quiero cantar en voz baja, quiero música en el silencio, quiero saber sin que se diga, quiero enamorarme sin que lo sepa.
No quiero perderme nada, entrar en la jungla del cielo, tocar sus puertas, no verte llorar, quiero música, quiero la vida, seguro que sienta bien todo eso, respirar hondo poner esa canción y olvidarme que es mejor o peor, si estoy haciendo mal o bien, si hay más o menos. Quiero que nuestra paz entre en guerra y que ese momento sea único y que en mi piel se formen carreteras, que las ciactrices se vayan de una puta vez, que no vuelvan nunca, que deje de repetirme, que la nocturnidad deje de afectarme que la alevosía de los besos lleven a buen puerto, que el agua sea el desierto de los ojos, y que la arena de tus pupilas me obligue a enterrarme allí, y encontrar paz, y que en ella disfrutemos de nuestra particular batalla y vuelva el humo a dejarse ver por la ventana y te deje entre ver. Que no vuelva a repetirme. Reinventar el sentimiento por la música, sólo para dos.

"Cansado de vivir encontré energía para salir adelante, curioso que fuera en el mismo baúl donde no quise mirar pensando "es inutil", curioso."

viernes, 13 de febrero de 2015

Suerte

No puedo evitarlo, demasiado coincidir, demasiado café, toda la vida esperando desesperar por lo que sea, rulando entre los rincones del mundo, deambulando entre las calles de que ser y hasta las narices de filosofía y de palabras que casi nadie entiende.
Los pasos de la vida, Dios, el karma, la suerte, el destino, cansados de cualquier placebo que nos permita vivir una día más con un mínimo de esperanza, nos pusimos a buscar la suerte entre lo mismo de siempre, amigos y cervezas, y al final encontrarse por casualidad con algo diferente que se convierte en café, música, en lo que quieras que sea, en paz, en guerra, en roto o en descosido, al final la sorpresa de la suerte aparece, sólo si sales a buscarla tendrás oportunidad de encontrarla

jueves, 12 de febrero de 2015

Con nocturnidad y alevosía

Entre los desvaríos de la nocturnidad y la alevosía de querer hacerlo, me puede la inquietud de preguntarme sobre todo, sobre qué pasará y lo que está pasando, se que todo va bien, que mi vida sigue dando vueltas de campana y alguna que otra vez caigo de pie, no sé hasta que punto tengo superado mis traumas y mis errores, si soy capaz de seguir adelante o de simplemente no caerme estando de pie.
Todo lo que pasa por nuestra vida acaba dejando marcas en la piel, que cuando las acaricias o las acarician siguen doliendo, pero algunas veces existe la fortuna de que alguien importante para ti traiga algo para aliviar el dolor, te hace seguir adelante entendiendo tu dolor y comprendiendo la paciencia de la cura.
La fragilidad de los buenos momentos es tal, que a veces una simple mirada puede cambiarlo todo. La vulnerabilidad de nuestra mente nos hace plantearnos mil cosas a cada situación, pensar en todo y en todos y ser el centro de nuestro propio mundo, todo para que al final nuestra situación se base en la misma historia de siempre, acaba resultando que lo que de verdad somos en el interior se abre paso y eso de pensar en todo, eso de ser el centro, eso del dolor, se esfuma por media milésima de segundo y sólo queda la fragilidad y la vulnerabilidad de saber si puedes hacerlo, y en ese momento hay que estar preparado, para sujetarse fuerte a los cimientos de lo que somos, no perder el norte y si tienes suerte poder tener a alguien que te arrastre a favor de tu voluntad hacia lo que tenías ya olvidado en el cajón de tus entrañas. Espero estar preparado en ese momento.

"La vida no es más que cuatro tonterías escritas a mano por un mal bromista que busca reírse inocentemente de nosotros, sólo en el momento que seas capaz de aliviar el rencor de las bromas y empieces a reírte del sentido del humor del destino, conseguirás seguir hacia delante y, simplemente, vivir"

martes, 10 de febrero de 2015

Único

Lo sorprendente de la vida no son las sorpresas, son las ilusiones, esos pequeños apices de vida que rellenan los huecos vacíos que fueron dejando los baches de la vida, esas ilusiones son las que, al final, regulan nuestra felicidad, fracciones de segundo donde todo parece distinto,  donde nos olvidamos de todo nuestro bagaje y podemos por un segundo volar.
Esas fracciones son las que deberíamos recordar, estamos demasiado acostumbrados a valorar más un error que mil detalles, no nos acordamos de lo bueno y el rencor no se olvida, esas fracciones de ilusión deberían ser la guía de nuestros recuerdos, no los malos momentos que nos hacen estar dando vueltas en la cama, con una canción triste en los cascos y sin poder hacer nada para remediarlo.
Creo que casi nadie consigue entender el poder de una sonrisa, en llegar un día temprano ver a alguien importante para ti y dedicarle la muestra física de felicidad, sólo por saber que está ahí en ese momento, por nada en especial y por todo a la vez. Desde mi punto de vista es algo que no debe olvidarse.
Hay personas que de repente te dan un segundo de ilusión, que quizás vale mucho y no nos damos cuenta, o no queremos darnos cuenta, por miedo casi siempre o quizás por habernos renegado a "que más da, si va a acabar mal igual", el pensar así debería ser tabú, el no querer arriesgarte a vivir, a intentar sacar tu alma a flote a golpe de optimismo, la lucha constante que nunca ganaremos como guerra pero hay veces que, una sola batalla es suficiente en nuestra vida para que nos parezca que el enfrentamiento ha acabado, y la paz ha llegado, y entonces ¿por qué no sonreir?

"Siempre pensé que era el único, mi cabeza vivió demasiado tiempo pensando en papeles y poca en la esperanza de que hubiese otra que también pensase en papeles, en sueños, en música y en sonreír... a veces es demasiado para nosotros el simple hecho de seguir hacia delante, pero incluso los fuertes aparentan ser fuertes y lo mejor de todo, que aparentando ser fuertes puedes animar a una persona de tal manera que te contagie de su ilusión, y acabes con una sonrisa, aún en un día lluvioso con la canción más triste del mundo."