jueves, 17 de octubre de 2013

Huir

Ya, como rutina de hace unos años, escribo algo en Octubre. Cuando la esperanza se fue hace tanto que ni me acuerdo, ese momento en que la habitación pasó de tener rayos de luz que iluminaban el suelo a sumirse en la oscuridad. Hace tiempo, y cada año sabe un poco peor tu partida. A veces pensé e intenté decirte que me llevases allá donde ahora estés, podría haberlo hecho si no fuera por todas aquellas promesas que no hay manera de poder romper.
El corazón sigue latiendo después de todo, aunque a veces me olvido de aquello que escribí hace años ya: "Estúpidos los corazones que creen que latir es algo más que una sístole y una diástole..." Aunque era de aquel personaje que reprochaba todo lo mínimamente bello de vivir y quería dar a entender con ello, lo contrario.
El calor se esfuma como si fuera humo, o lo hacía antaño, hace tiempo que no vuelve, que no sé de ti como solía hacerme creer para sentirte algo más cerca, ahora no pasa, no sé si será porque estoy haciendo algo, o todo mal, o porque he madurado y pasado página, aunque sigo recordándote con tanto cariño, o más, que la última vez.
No sé cuanto tiempo aguantaré recordando todo aquello que me hace sentirme feliz, nostálgico y triste al mismo tiempo, ahora tengo apoyos más que de sobra para aguantar en pie y fuerte, pero a veces sigo pensando que me falta algo, y no sé si serás tu, o seré yo que jamás tengo suficiente de nada.
Hay que comprender tantas cosas que a veces me olvido de tener paciencia, el luchar por otras personas, el gritar cuando estás mal, el pelear por sentirte bien, libre y capaz de comerte el mundo... La mayor diferencia que noto desde que no estás, es que hay que estar en continuas batallas para tener un poco de felicidad, cuando antes, era tan fácil ser feliz como estar contigo.
Quizás sobreactuo en todo esto, y sea tu pérdida lo que me hace pensar en todo esto. Tantas cosas que decir que ya ni me acuerdo de que tengo que decir, ha sido un tiempo bastante difícil, pero eso suena tan tópico y falso... Todo ha sido difícil pero sin olvidar todos los momentos en este tiempo que no has estado que han sido muy bonitos, aunque preferiría habértelos podido contar...
Jamás dejarás de estar en mi mente.
Hay que sonreír siempre, ¿no?
"Entre mi caos y mis desdichas encontré entre las páginas de la muerte. "In memoriam" ponía la fecha casi borrada y las letras medio destintadas... "In memoriam a todo aquello que amé, tanto lo amé que no podrás irte ni aunque te vayas, aunque sea a otro mundo"

jueves, 27 de junio de 2013

Cerrar los ojos

Cierro los ojos y pienso, escucho latir entre cada milésima de segundo algo que me atonta... Suelo soñar ser libre y con eso soy libre, suelo gritar a la vida que soy feliz, puedo susurrarle al mundo que lo intento, pero escondida en un rincón se encuentra mi sombra, la verdad amarrada a una silla y cubierta de gasolina, con una mecha en la boca que prende si habla...
Cuando todo esto acabe, algo cambiará seré yo o el mundo, o quizás ambas cosas. El pasado duele cada día más y nadie puede entenderme, la risa se agota entre las páginas destintadas de un desencanto de día. El sol quema y el aire me resquebraja. La prisión de cristal que acogió durante tantísimo tiempo a mi desdichada alma se agrieta, y poco a poco se van observando los rotos, quedándome sin fuerzas y con más y más ganas de marcharme muy lejos, dejando la bomba del rencor en cada uno de los corazones, la cual cada tic-tac alimenta más el roto de la jaula...
¿Quién ocupará mi lugar cuando me haya ido? Cualquier personajillo de turno será capaz de solventar y llenar en la mayoría de los casos mi pesada y desganada ausencia.
La importancia cobra valor a medida que se atribuyen méritos, a veces un mérito es sacar una simple sonrisa, acompañar, ayudar o simplemente estar cuando es necesario, en otras ocasiones es mover el mundo para dar sombra durante unos segundos... Lo efímero de la vida es la propia vida, la cual en un momento una mirada vale un tesoro y en otra situación idéntica vale un remolque de basura.
Los ojos ciegos no son capaces de ver los detalles, solo son capaces de escuchar las impertinencias de un mudo que no sabe diferenciar afecto de dolor, y así se conforma el esfuerzo inútil, de un dibujo dedicado a quien no puede ver, y palabras de odio de quien no sabe hablar.
Lo admito, mi miedo, mis malos actos, mi fácil y a la vez imposible confianza, son solamente un reflejo de mi pasado, el cual me atribuyo el honor de tener superado y el dolor de no ser verdad, no necesito llorar, no necesito salir del hoyo, veo perfectamente la luz de un mundo que jamás tomó la importancia sobre mí, importancia que yo oculté, la misma importancia que yo le negué al mundo, que yo mismo destruiré.
Son solo el prólogo de mi diario. Delirios de un cobarde

"Si hubiese sabido que todo el mundo acaba necesitando ayuda, la hubiese pedido antes de destruir y convertir mi mundo entero a cenizas. Ahora mismo no necesito recuperar lo que he aniquilado, necesito reconstruir los cimientos de mi vida, comenzando por mí, quizás desde un lugar más alejado, o quizás desde aquí. Mis tormentos me atosigan más y más cada vez que leo alguno de los malditos papeles de este baúl... Me sirven para saber quien soy, a la vez que me autodestruyen.... Ahora entiendo eso de que el conocimiento conlleva una felicidad más díficil de conseguir... Ojalá mi curiosidad no fuera tal y de mi ignorancia naciese mi sonrisa."

jueves, 13 de junio de 2013

Nocturnidad

Se agotó el último cartucho, mi inspiración, al traste. Trastes entre los que me siento mejor, trastes que sé que te gustan, trastes que duelen por ti, y entre aquellas cuatro notas salió media melodía que pensaba en ti, en aquel largo paseo que dí solo porque quería estar contigo... Y tu sin saberlo...
Hay días y días, días que son para tirarlos y otros para tirar de ellos hasta estirarlos tanto que se resquebrajen y empiece a salir entre los entresijos un nuevo día. El muro se rompió y empezó a salir lo que tenía guardado.
Guardé sueños, guardé lágrimas, guardé alegrías y te guardé a ti. Entre los pasillos de mi ilusión fuiste vagando hasta hacer trizas cualquier atisbo de cordura, cualquier ápice que me recordase a mi mismo... Y así acabé, esperando un tren inútil desesperado entre la prisa de un mundo que no entiendo. Soy solo un mensajero, y al fin y al cabo no debería decir esto; estoy al borde del colapso y no entiendo, por qué intento luchar contra algo tan grande si no, no me quedan más cartuchos ni inspiración para engañar al cerebro para seguir adelante. Al fin y al cabo, solo estoy gritando en silencio lo que la vibración de las seis cuerdas de mi guitarra intentan expresar a cada pequeño arpegio, que solo hablan de ti, mientras a ti te pitan los oídos, y a mí se me desangran los dedos susurrándote lo que ya sabes.

"¿Y quién fue? quién cantó aquello... solo sé que ahora el calendario pasa las hojas, y deja un extraño sabor a óxido a los días, que no sé encargó la lluvia de lavar mis angustias y a día de hoy pienso solo en delirios. Pero bah, quién se preocupará por un extraño, que no hace más que divagar, que sus locuras son solo, eso, locuras. Quién cree a un loco hablando de poesía"

domingo, 9 de junio de 2013

En vano

Me diluyo entre las mil historias que no cuentan de mí. Me desespero esperando una melodía, un poco de amor de unas cuantas notas que no sé siquiera su color. El verdugo me espera mientras yo, en vano, me esfuerzo en salir de este hoyo.
Ultimamente ando cabizbajo, y siento un triste pesar de no saber que hago conmigo mismo. Por fin, orgulloso y sin miedo puedo decir "me han derrotado", me quedan tan pocas fuerzas que ya no se ni como aterrizar. El avión despegó y yo me quedé aquí. ¿Tu? Bueno, te quedaste entre mis recuerdos y yo sigo adelante. Ojalá hoy pudieses estar aquí, aunque no me puedo quejar, tengo tantos apoyos como quisiera, y tan pocos como tu.
La lluvia cada vez me pesa más con un paraguas tan fino empiezo a mojarme, empiezo a sentirme ahogado por algo que ya ni sé que significa. Si esto es mi futuro, ojalá mejore con el tiempo.
Quiero parar, bajar de este maldito vaivén que me marea y sentarme contigo como aquellas noches, mirando aquel parque, intentando hacerte reír.
Ya no existe poesía, hace tiempo que no pienso en el arte como pensaba en aquel entonces, no sé si he madurado, quizás mi creatividad se fue a la mierda o dejé escapar la inspiración. Soy un dependiente de vida, y ya nadie me fía, y sigo esperando detrás de mi sombra, a ver si le apetece venir un rato.
Sigo esperando tu respuesta, aunque sepa que es imposible que me contestes, sigo y seguiré esperando, y lucharé entre las tinieblas que me ofrece el mundo, y aunque esté derrotado jamás estaré muerto, nadie podrá nunca conmigo. Lucharé para seguir vivo, para que algún día me veas y creas que llegué lejos y cuando, por fin, al final pueda decirte algo sin pensar diré "nunca dejé de echarte de menos".
Si te llego a volver a ver, espero tener mi guitarra, y tocaré tembloroso aquella canción que te prometí, aunque en aquel entonces no sabía ni que era un acorde.

"Me acordé y no supe que hacer, los recuerdos me arrastraron a un mar oscuro, mar que jamás acordé ir, y firmé ciego pensando en mi felicidad y pude ver entreojos como te ibas alejando. Mi vida fue tal cual fue aquel pentagrama, donde quise escribir el infinito y me quedé en el más corto de los principios. entre tantos papeles encontré otra vez ese pentagrama donde quise escribir el infinito, pero esta vez no estabas tu, solo había lo que un día escribí, me faltaba tu pluma, me faltaba tu sonrisa. ¿Qué pasa hoy? Estoy cansado y desfallecido, nada más eso y que me acordé de ti"

Hoy me gustaría dedicar esto a aquellos que viven dependiendo del reloj, esperando a que algo pase o a que no pase. Casi todo se consigue si se lucha, si algo se quiere de verdad nunca se desiste, aunque esté la propia muerte de por medio.
Dedicado a los que viven a contrarreloj.

lunes, 20 de mayo de 2013

Sangre

Hoy, algo un poco más extraño, hacía tiempo que no escribía como me dispongo, pero siempre me ha encantado:
Partir de cero a cada día, prometer vértigo a quien no tiene miedo a volar, ser libre en un momento y luchar. Al final nada y todo pasa cuando la agonía se dispone a partir. Nunca será muy tarde, para nada; para decir lo siento, para querer, para comenzar, para avanzar, para aprender. Mi sangre se sale de su cauce, enredada entre mis músculos se atreve a intentar salir, y desborda por cada poro de mi piel mientras aullando a la luna grito "libertad"y después de tanto llorar, no me atrevería a cambiar nada, que llorar de carcajadas jamás fue delito. Nunca recordaré mi primera sonrisa, mi primera mirada hacia el cielo, la primera risa que escuché... Objetos de mi imaginación que baila entre los hilos del titiritero, mecidos por las manos de un cruel diablo con fuera desmedida.
bailando en vertical el vértigo me puede, mi libertad ahogada en mi sangre, desborda la agonía dentro de mi imaginación y aullan el baile de mi risa y mi sonrisa los lobos de la razón. Que si por recordar no recuerdo mi infancia, por olvidar no olvido paseos rumbo al hogar con la flora a la derecha y un camino que da igual, da igual cuanto dure, que no hay prisa por llegar ni ganas, el suelo a nuestra espalda y la esperanza de que sea siempre más, mucho más

"Mirame, ¿Qué ves? Yo veo alegría en una máscara , veo maquillaje corrido por tu triste cara, veo que ves que te echo de menos, me alegra que sepas que sé pienso en ti... De estar solo nunca se termina de estar, ya que nunca están todos aqui, solamente para estar."
A 21 de Mayo. Dedicado a tus 22, aunque te quedaste en 18

jueves, 18 de abril de 2013

Cuatro frases sueltas

Cuando todo termina, se acaban las hojas del calendario, se ultiman los detalles de una despedida... Despedida... Tan efímera palabra escrita entre las fibras del papel, que incluso me parece fácil borrar una despedida... Una de tantas.
Entre cuatro paredes me ahogo por ser estúpido, por girar las tornas de mis propios sentimientos, por valorar más, en cuantía de tristeza, la despedida en aquella esquina, que el resto de adioses descritos en una vida amarga e indigna de mención.
Intenté aprender a componer, para ser capaz de transcribir el pentagrama descrito en tu pelo, tantas notas para intentar decir tanto que siempre queda en tan poco. Desesperado entre cuatro notas, espero... Sentado mirando al mar del cielo, observando en el horizonte una lúgubre sonrisa blanca... ¿Serás tu? pienso, eres tu, certezo.
Hoy, me pongo fantaseoso, y mientras escribo pienso en deseos oníricos sacados del más melancólico de los escritores reales. En realidad siempre fui así ¿Cambié? quizás, probablemente no. Mi carácter es tan distinto a mi forma de parecer, mi pequeño traje de gala, que a veces me asusto...

"Hoy salgo vestido con aires de grandeza, con el traje de sonrisa puesta, con la piel de recuerdos y de pinceladas de dolor, me quito de mí el egoismo, me vuelco en tu sonrisa, me arrastro a hacerte feliz. Y no aunque lo intentes y me lo digas, no voy a pensar en mí siempre he sido así"

martes, 1 de enero de 2013

Temporal

Empiezo el año con algo que tenía escrito desde hace meses en borradores, y siempre me gustó pero me pareció con un rollo tristón y feo, pero bueno, si empezamos el año tristones, podemos mejorarlo más fácilmente. Ahí va:


Me pregunto que pasará cuando todo acabe, cuando pase de todo y nada me importe, cuando por esperar me grite un sueño, un anhelo intrigado entre las muescas de un triste pasado desesperado. Solo tengo sueños, deseos y cicatrices, tanto por superar y por intentar que ya nada pasa. Tanto que perdí habiéndomelo ganado que no sé si merezco el siquiera estar rodeado de nadie. Alguien que destroza a su paso cada huella, solo merece estar rodeado de si mismo.
Me atormento pensando en este temporal, harto de contar granos de arena del reloj que es la jaula de mi vida, entre los huecos de la sábana dejé escrito un mensaje por si alguien quiere publicar una respuesta, pero me desespero con los jirones que nunca conseguí enhebrar en la aguja de mi futuro, intenté dibujar a cada segundo de mi vida un sol para que pudiésemos salir a jugar, pero siempre fue demasiado para mí, y emborroné el cielo para que nada fuese nada, para que todo fuese por su parte, y así me despedí de un futuro, y supiste que fui yo quien emborronó el cielo, pero no supiste que lo hice a propósito

"Entre asfalto y alquitrán encontré una flor, un desvío de mi pensamiento, una rotura constante de mis esquemas, me encontré un reloj de arena que no corre si estoy lejos, que no para de avanzar si estoy cerca. Me disimulo entre algodones de mis resquicios. De peros aprendí a esperar, y de tanto hacerlo desesperé, en mi orgullo me ahorqué, que mi cabezonería no es barata, porque de ella aprendí lo que es perder"