domingo, 5 de abril de 2015

Invierno

Hoy me han dicho que si había escrito algo, y yo he contestado que lo tengo un poco dejado. Creo que es un buen momento para escribir algo y dejar mi opinión sobre el invierno, pero no el invierno de estación sino los microinviernos que pasan alrededor de nuestros días.
Sé que me repito y hablo siempre del tema autosuperación pero hoy voy a intentar hacerlo más poético y menos imperativo de lo habitual.
Mírame, hazlo solo por un momento, déjame aclarar las dudas de tu mente, tus sinfines de caídas al abismo, tus interminables caminos por los pasillos oscuros de tus incertidumbres. Déjame hacerte recaer otra vez hacia el otro lado, hacia el lado que no estás tan acostumbrado a ver, el lado donde las cosas tienen luz, y no están inmersas en aquel mar donde tantas y tantas veces te ahogaste y aún sigues sin saber cómo entraste y de qué forma saliste.
Deja que te ayude a caminar, sabes que daría todo lo que este mundo es para que todos fueran felices, mi vida no atrae ningún mal y agradezco el poder decirlo y disfrutarlo, por ello quiero eliminar el veneno que la sociedad ha inyectado en todos y cada uno de los capilares de tu cuerpo, que te han corrompido la sonrisa hasta olvidar cómo hacerlo.
Déjame que intente hacerte ver el mundo desde mis ojos, para que sepas cuanto brilla una sonrisa sincera, y lo que merece la pena luchar por ello. Se que es lúgubre el sendero que tienes que pasar, se que dan miedo los monstruos, los espectros del pasado, las ánimas del futuro que hay a través de él, escondidos entre los árboles de la esperanza, pero merece la pena seguir el camino por la misma razón que merece la pena vivir; porque nunca sabes que vas a encontrarte, a veces no sabes si merece la pena, porque es tan incierto que a veces no quieres saber el futuro. Por favor ten curiosidad, porque la curiosidad mantiene vivo el corazón más negro, la curiosidad por el qué vendrá, que romperá tu rutina, que te hará sonreír mañana, o ahora mismo.
Es complicado explicar el sentido de la vida, a mi me mueve la curiosidad, la curiosidad por leer un libro que nadie, nunca, va a poder vislumbrar el "qué pasará después" ni puede romper tu incertidumbre. Solo tú, siguiendo hacia delante en los días normales, los buenos y los malos puedes descubrir qué pasará.
Quizás sea yo quien acompañe algún fragmento de tu vida hasta el final, o quizás hoy leas esto con la sonrisa que mañana te hará llorar, pero solo siguiendo adelante y luchando por tu propio corazón, ese que te grita por un megáfono que quiere vivir y cumplir los sueños que parecen imposibles, ese que estoy intentando despertar yo, porque hay días que no quiere salir de la cama y acaba por dormir todo el día y tu olvidas tus deseos.
La realidad es el enemigo más fuerte que existe cuando luchas por ser feliz.

"Roto, roto y derrumbado mi pecho se abalanza hacia la desgracia y gracias a ti pude darme cuenta que luchar por sonreír merece la pena y mirar al cielo y mostrarle los colmillos aunque llueva... Esa sensación tan extraña, adictiva y cara que llaman ser feliz"

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