Como soldados en primera línea, cebos a pie de trinchera, nos enfrentamos al tiempo, a la vida, a la trascendencia, al querer, al rechazo...
Somos peones al servicio de nuestra psique, que nos traiciona y abandona en el peor momento, nuestra labia y saber estar, curtidos en tantas batallas, se desmoronan como un castillo de naipes en un huracán. Asi sucede al encontrarnos en una situación que no sabemos controlar, nuestra mente en constante funcionamiento se para y se traslada a otro lugar, en función de que nos transmita ese momento. Al oscuro abismo de nuestros miedos mas profundos, al precioso recuerdo de niño, al caos degenerado de nuestra locura, al tranquilo mar de nuestra serenidad...
Continuamente nuestra mente se traslada, se mueve de lugar y eso asusta. Quizás la playa más preciosa parece un cementerio y el amanecer mas luminoso acaba ensangrentado. Por ello somos idiotas, por ello nos odio, por algo tan simple como el miedo
Por todo esto y mas me regocijo, porque compartir el campo de batalla con un compañero es un regalo. Porque compartir los miedos de nuestra vida contigo siempre se convertiran en paraisos. Porque mi mente siempre se traslada a los parajes mas insospechados y bellos que jamas he imaginado.
La historia continua
La tristeza muestra las cartas,
Como siempre juega la baza ganadora en esta partida.
Aprendí de todo, y de ella
A hacer trampas y jugarretas
Mi espía sigue dandome respuestas, así volvimos a ganar a la tristeza.
14 veces dedicado a una persona.
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