Hace un tiempo que me he arrancado del cuello el amuleto de la soledad, me siento en plena armonía con mi mundo, los surcos del destino se han cruzado ¿He crecido? ni idea, por fin otra vez me importa poco lo que yo mismo piense, siempre y cuando mi mundo este en el tono perfecto para la melodía perfecta, que canta el respirar de una princesa.
A mi vida no le puedo pedir mas, no quiero alejarme de nadie, absolutamente nadie, y no quiero dejar nadie por conocer. Es arriesgado el vivir como he vivido, he tenido que tragar tantas lágrimas y tantos sentimientos por que nadie pensase nada sobre mí, he tenido que sobrevivir tanto que no me salen las palabras para definir mi propio dolor, por eso, ahora, sé lo que siento, se que el apoyo de mis amigos ha sido esencial, que son mis escudo. Sé que mi recompensa es esta, el ser feliz, y mi deber es mantener esa felicidad, y más aun, el eje de esto.
Si mi recompensa por mi vida es haber encontrado a mis amigos y a mi princesa, tengo que agradecerle a la vida todo lo que me ha hecho pasar, porque solamente el conocer a quienes conozco y el ser como soy, es suficiente recompensa, quizás es más de lo que merezco, porque sé que soy demasiado gris para tanto color.
Si esta es mi recompensa, que venga lo que tenga que venir, lucharé por defender la vida que tengo, a mis amigos, a mi familia y ,sobre todas las cosas, a mi princesa
No hay comentarios:
Publicar un comentario